Llevamos ya un tiempo hablando de la necesidad de reindustrializar nuestra Comarca. Se han conseguido unas escuálidas ayudas que ahora se está decidiendo de que manera se utilizarán. El Equipo de Gobierno ha trazado un plan de trabajo para elaborar ese proyecto reindustrializador, basado en la “participación”, cuyos resultados me temo que no serán los más esperanzadores, pues como ya he explicado con anterioridad, todo este rollo de dar participación, me ha parecido un paripé más propio de las comedias de Berlanga.

  Empeñados en demostrar su inoperancia e incapacidad para gobernar en un Municipio Industrial, nuestros gobernantes se han empeñado en dañar más de por sí, la pésima imagen que tiene este Ayuntamiento de cara a aquellos empresarios que se están planteando emprender nuevas actividades. Casi todo con el que hablo, me trasmite que fuera de aquí se considera al Municipio de Sagunto muy complicado a la hora de realizar los trámites para implantar nuevas empresas. Esto se une a las tropelías que están cometiendo Quico Fernández y cía, subiendo impuestos a la industria o intentando acabar con la actividad de algunas grandes empresas como el caso de Lafarge.

   Para aderezar toda esta torpeza, solo faltaba la política de gestos en la que nos tienen inmersos los del tripartito. En el último pleno ordinario, celebrado el pasado martes,  presentaron una moción por el clima y la energía. En principio iba a ser una declaración institucional por la preservación del medio ambiente, el entorno saludable, la economía sostenible  y la lucha contra el cambio climático.

   Que bien suena ¿verdad?… pues les tengo que decir que el conjunto de la moción esta lleno de bonitas palabras, pero también de compromisos imposibles de cumplir. Concretamente mediante esta moción se firma el pacto de Alcaldías por el clima y la energía, dentro del marco Europeo. Los firmantes de este pacto, se comprometen a reducir en sus ámbitos de actuación, las emisiones de CO2 al menos un 40% hasta el año 2030. Y esto es una absurdez de imposible cumplimiento en nuestro Municipio, si al menos lo que pretendemos es mantener nuestra capacidad productiva e incrementar el parque empresarial. El señor Quico Fernández MIENTE.  Pero es que a parte de mentir, vuelve a trasladar un mensaje negativo de cara a la instalación de posibles empresas en nuestros polígonos vacíos.

   Ya expliqué en el Pleno, que ese objetivo era inasumible y que por ello Iniciativa Porteña se iba a oponer, de hecho fuimos el único grupo político que votó en contra. Para que se hagan ustedes una idea, si una industria como el Tren de Bandas en Caliente (TBC) que pretendía ubicar aquí hace unos años el grupo Ros Casares,  se quisiera montar ahora desde cualquier otro holding empresarial en Parc Sagunt, supondría la emisión de muchos cientos de miles de toneladas de CO2. He de aclarar que el CO2 es un gas de efecto invernadero cuyas emisiones son reguladas a nivel estatal. Precisamente por ello, su emisión esta sujeta a unos límites que son asignados por el gobierno de la nación. Por ello, no es un problema a resolver desde la política local. Sin embargo, desde el Ayuntamiento si se pueden poner impedimentos o condiciones que provoquen que determinadas empresas, ante las dificultades, emprendan la huída hacia otros lugares.

   Últimamente se ha hablado del interés de que se ubicara en Parc Sagunt una empresa fabricante de automóviles. Una factoría de estas características lleva aparejados una serie de productos y de empresas auxiliares que para producir todos los componentes emplean en sus procesos ciclos de calentamiento, que inexorablemente producen CO2. Así las cosas, me pregunto como pretenden llenar los 4 millones de m2 de suelo industrial que poseemos, si asumen este tipo de compromisos que imposibilitan que aquí se ubiquen industrias como las que he nombrado u otras como las que tenemos. Por ejemplo, la puesta en marcha de Galmed conlleva inexorablemente emisiones, pues posee un recocido continuo necesario para el proceso de galvanizado en caliente.

   Para que me entiendan, el CO2 que pretende combatir el señor alcalde, es un gas de efecto universal y nos afecta lo mismo se emita aquí o en Almería. Tenemos empresas como Saggas, Unión Fenosa, Lafarge, Arcelor, AGC, Fertiberia, etc, que emiten a la atmósfera CO2, que cumplen estrictamente la normativa que recogen sus autorizaciones ambientales integrales. Y es precisamente esto último lo que nos tiene que preocupar, que se cumpla la legislación vigente, en lugar de presentar al pleno declaraciones institucionales con contenidos estúpidos que demuestran la ignorancia que tienen quienes gobiernan este municipio, que le pese a quien le pese, es eminentemente industrial.

   Para lección de ignorancia, la justificación que expuso la portavoz de compromis, Teresa García, que cargó la procedencia de las emisiones de CO2, repartiéndola a partes iguales entre la industria, el transporte y por último, en los edificios y uso en servicios de la energía. No se da cuenta la señora Teresa García, que estos datos se pueden utilizar a nivel general, pero en este caso, estamos hablando de algo mucho más concreto, de nuestro Municipio, en el que la inmensa mayoría de esa emisión, corre a cargo de la industria. Por lo tanto, lo que queda claro es que para cumplir con su compromiso, el señor Fernández solo puede hacerlo cargándose parte de la industria existente y condicionando muchísimo, que tipo de nuevas empresas se pueden ubicar aquí. Eso sería una barbaridad que no podemos permitir. Como he dicho antes, o el señor alcalde miente o en temas industriales es un ignorante. O quien sabe, quizá las dos cosas…

                        Atentamente:

                        Manuel González Sánchez

                        Portavoz de Iniciativa Porteña y trabajador en la Industria Local