En la infausta legislatura en la que gobernó el tripartito formado por Compromis-PSOE y EU, se fraguó la privatización del servicio municipal del agua, cuestión que a la postre, dadas las profundas discrepancias entre los tres, supuso la expulsión de los ediles de Esquerra Unida del Equipo de Gobierno por su beligerancia en contra de la creación de la empresa mixta. Pero este contratiempo no frenó a los otros dos socios del tripartito, pues en tiempo récord, licitaron el servicio y lo adjudicaron de la mano de la entonces Alcaldesa, Gloria Calero, a la empresa aguas de Valencia, poco antes de que llegaran las elecciones de mayo del año 2007. En la cita electoral de aquel año, el partido más votado fue el PP que había colaborado en la privatización del servicio, que comenzó a gobernar en solitario. Tras la adjudicación faltaba un trámite, concretamente la constitución de la empresa.

A partir de la adjudicación a aguas de Valencia, no había marcha atrás, la faena estaba hecha puesto que el adjudicatario no dejó ningún cabo suelto y cumplió con lo que marcaba el pliego de condiciones, aportando 12,5 millones de euros de canon y algo más de 1,7 millones para pagar el 49% de las acciones de la nueva empresa que se tenía que constituir. Así, tras dos años de espera Aguas de Valencia, no dejó pasar más tiempo y en el 2009, exigió al Ayuntamiento que se constituyera la sociedad mixta o de lo contrario exigía la devolución de todas las cantidades aportadas, más el lucro cesante, para lo que se basaron en los datos aportados por los técnicos municipales en los pliegos de licitación, que hablaba de un volumen de abonados que jamás se ha cumplido.

Iniciativa Porteña, junto a EU, siempre se había posicionado en contra de la privatización del servicio de abastecimiento del agua potable. Pero llegó el pleno en el que había que tomar la decisión de constituir la nueva empresa mixta. Encima de la mesa los informes del Secretario General, los servicios Jurídicos Municipales y el Sindic de Greuges, en los que la interpretación no dejaba lugar a dudas: o se constituía la empresa mixta Aigües de Sagunt, o el Ayuntamiento se enfrentaba al pago de una indemnización cercana a los 20 millones de euros, resultantes de la devolución de las cantidades ya aportadas por la empresa Aigües de Valencia, y por el lucro cesante correspondiente a los beneficios calculados para los 25 años de duración de la concesión.

Solo un partido político votó en contra ante esta disyuntiva, sin aportar argumentos convincentes, simplemente sabiendo que de esa manera iba a poder hacer su juego político a partir de ese momento. EU votó en contra aun siendo consciente de que si lo hubiéramos hecho el resto, el coste para los ciudadanos habría sido de auténtico escándalo. Sin embargo, Iniciativa Porteña, a pesar de que con los votos del PP y Compromis era suficiente, votó a favor, pero explicando que lo hacíamos por responsabilidad hacia los ciudadanos, dejando claro que no nos sentíamos responsables de la privatización y que este último paso era el final inevitable de la adjudicación que dos años antes había firmado Gloria Calero (PSOE), que para vergüenza de propios y extraños, se abstuvo junto a su grupo.

Y efectivamente, a partir de ese momento EU se ha dedicado a utilizar el resultado de aquella votación para intentar culpabilizar de la privatización al resto de fuerzas, constituyéndose como los auténticos defensores de lo público. Han utilizado su inadmisible voto en contra como argumento político.

Han transcurrido seis años desde que se constituyó la empresa mixta. Los resultados de explotación del servicio han sido negativos los cuatro primeros ejercicios, con un leve beneficio en el 2014, siempre según los datos aportados al consejo por el Gerente de la empresa. Ahora estamos pendientes de la liquidación del año 2015 y la previsión para el 2016. Desde IP, analizando estos datos, creemos que para nada se han cumplido las previsiones que se tenían en el momento de la constitución de Aigües de Sagunt, que hablaban de miles de abonados más de los que hay en este momento, y desde luego de mayores beneficios. Por ello, es fácil suponer, que para recuperar la gestión del servicio desde lo público, ni de lejos se hablaría de las cantidades que se manejaban el año 2009.

Se han pagado a través de los recibos más de tres millones del Canon; además el lucro cesante de los restantes 19 años de concesión que nos quedan, dados los resultados aportados por la propia empresa, en ningún caso tendrá un valor insalvable. Por este motivo, Iniciativa Porteña solicitó hace dos meses que se estudiara la remunicipalización del servicio, para resituar las piezas sobre el tablero. Queremos repetir la votación del año 2009; queremos que EU, ahora en el  Equipo de Gobierno, traiga hasta el Pleno el estudio de costes de recuperación del servicio. Me chocan las palabras del concejal de este grupo, que además ocupa la delegación de aguas puesto que aseguró  que si la recuperación del servicio cuesta 13 o 14 millones de euros, habrá que pensárselo. Y digo yo, si en el año 2009 era bastante más ¿Porqué su partido voto en contra de la constitución de Aigües de Sagunt?…

En el último pleno, EU se hizo sensible a la petición que Iniciativa Porteña trasladó en septiembre, y trajeron una moción en la que resumidamente se acordó que los funcionarios municipales realizarían el estudio de costes de la reversión del servicio de agua a lo público. Ha llegado la hora de poner las cosas en su sitio. Espero que hagan bien sus deberes y en muy poco tiempo estén realizados esos cálculos. Espero que tengan la valentía de llevar al pleno la propuesta de remunicipalización del servicio de agua potable. Y ahora sí, espero ansioso la respuesta que darán ustedes ante los costes que se desprendan de ese estudio ¿votarán de manera coherente a lo hecho por sus antecesores?…

Manuel González Sánchez

Portavoz del Grupo Municipal Iniciativa Porteña