El pasado jueves salto en la prensa la noticia que el gerente de la Fundación Patrimonio Industrial de Puerto Sagunto había presentado su renuncia al cargo ante la falta de financiación de la entidad. Recordemos que hoy en día son dos las administraciones públicas que financian la entidad, Generalitat y Ayuntamiento de Sagunto, habiéndose retirado hace años otros patronos como Bankia, Autoridad Portuaria y Arcelor.
En 2018 ante la insistencia de IP el ayuntamiento inyectó liquidez a la Fundación, que básicamente sirvió para pagar las deudas y poner el contador a cero, pero desde entonces no han vuelto a financiar a la entidad. «Así evidentemente es imposible mantener un museo, pues prácticamente ninguno es capaz de financiarse con tan solo la venta de entradas y souvenirs», comenta Sergio Paz.
«La situación de abandono del Horno Alto y más todavía la Nave de Efectos y Repuestos (futuro Museo Industrial) es total», asegura Paz. «Solamente hace falta darse una vuelta por los alrededores de estos monumentos para observar como la maleza y suciedad se han apoderado de ambos, o como el vandalismo ha hecho mella en la Nave ante la ausencia de vigilancia».
«Mucho nos tememos que Darío Moreno pase a la historia como el alcalde más nefasto que ha tenido el Patrimonio Industrial, pues con él no sólo no se está avanzado en su recuperación y valorización, sino que vemos con estupor un importante retroceso, con el Pantalán o la Gerencia cayéndose literalmente a trozos sin que haga nada» indica Paz. «Ya nos hubiera gustado a muchos porteños ver la misma diligencia y sensibilidad para con el Pantalán, cuando los derrumbes de la puerta de Almenara del castillo de Sagunto, donde en poco más de un mes se estaba reparando con una inversión de 1 millón de euros». Recordemos que gobiernan los mismos partidos en el ayuntamiento desde hace 5 años.
Llama la atención la indiferencia con que el Ayuntamiento trata al Horno Alto, mientras que desde las instituciones europeas le otorgaron en 2012 el premio internacional Europa Nostra de Restauración como «homenaje al esfuerzo continuado para salvar este monumento excepcional y permitir su comprensión por parte de las generaciones futuras». Baste como ejemplo «que a pesar de estar abierto al público en 2011, todavía no se ha puesto en marcha el elevador que conduce a la plataforma del tragante, porque desde el departamento de actividades del ayuntamiento no dan los permisos correspondientes, permisos supeditados a unas pequeñas obras de acondicionado de la zona que a fecha de hoy siguen sin realizarse» explica Paz.
Desde IP pensamos que ha llegado el momento que el alcalde como presidente de la Fundación de un cambio radical a la situación. «Si desde la administración local no se está por la labor que pasen el testigo a la Generalitat o a la Diputación para que gestionen estos espacios museísticos, al igual que hacen con otros museos de nuestro territorio», finaliza Paz.
