Tenemos Consell a la vista y su objetivo no es otro que Sagunto sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para ello el Ayuntamiento ha decidido constituir un Consell Asesor, pero no otro más como los que pululan alrededor de esta institución, sino uno con prestigio, con pedigrí, que la cosa promete.
Para ello han decidido involucrar a una serie de colectivos locales más o menos vinculados con el Patrimonio, como el Centre d’Estudis, Voluntaris pel Patrimoni, Passió per Sagunt o AMIMO, entre otros, junto con instituciones como el Consell Valencià de Cultura, la Conselleria de Cultura, la Universitat de València, la de Alicante, la UJI de Castelló o la Politècnica de València, además de obviamente el propio Ayuntamiento de Sagunto impulsor de esta iniciativa.
Hasta aquí todo correcto, nada o casi nada que objetar.
Pero si reparamos en las personas físicas que se han propuesto como asesores por su «supuesto» prestigio y reconocido mérito, descubrimos con asombro que entre sus integrante tenemos nada más y nada menos que al ex-concejal y ex-presidente de la Fundación Municipal de Cultura, Manuel Civera. Si, el mismo que haciendo un uso abusivo de su cargo acosó laborálmente a una funcionaria del Ayuntamiento de Sagunto. Un cargo público elegido democraticamente abusando de su poder para maltratar a una trabajadora. Esto solo se puede calificar como un acto vomitivo y deleznable, absolutamente impresentable.
Este fue uno de los hechos (juzgado y sentenciado) más grave que ha ocurrido en este Ayuntamiento en los últimos años, y uno de los actos más despreciables que puede hacer un político, cual es el abuso de autoridad sobre una subordinada. Y para mayor gravedad, jamás se retractó de aquellos lamentables hechos, ni se molestó en presentar disculpa alguna, finalizando impunemente su vida política.
La vida política se corrompe cuando algunos utilizan el poder para lucrase personalmente, y también cuando se hace un uso abusivo de la autoridad que otorga este poder como hizo el señor Civera en la Fundación Municipal de Cultura que presidía. Aquello fue sin duda un acto de corrupción política, corrupción contra la que todos debemos luchar.
Ahora el tripartito de progreso capitaneado por Compromís están resucitando este personaje de la política municipal, cual estrella mediática, poniéndola de nuevo a la cabeza de cuanto acto cultural de relevancia se produce y colocándonoslo como asesor en este Consell.
Tras los graves acontecimientos que han ocurrido recientemente en este Ayuntamiento es la hora de dignificar su vida política en todos sus ámbitos, máxime en este que pretende conseguir un reconocimiento de la UNESCO.
Ningún órgano de cualquier institución pública debe estar salpicado o integrado por miembros que no responden a principios mínimos éticos y de integridad, y desde luego el señor Civera no los cumple.
Lamentablemente el último Pleno del Ayuntamiento dijo “si” a su incorporación al Consell, ignorando por completo todo esto, tanto los partidos integrantes del equipo de gobierno como tres de los cuatro partidos de la oposición, incluidos aquellos que critican con furor la corrupción del otro olvidando la propia, y los nuevos que dicen haber venido a regenerar la vida política.
Sin duda alguna esto es el mundo al revés, se olvida a la víctima y se enaltece al verdugo.
Y el Horno Alto cerrado.
Sergio Paz Compañ
Concejal de Iniciativa Porteña
