En el pasado pleno de presupuestos, en mi intervención hice referencia a la discriminación que sufre El Puerto respecto a Sagunto, en las inversiones con destino específico. El portavoz de Esquerra Unida, Guillermo Sampedro, en su respuesta, entre otras alegaciones, utilizó la siguiente expresión: “yo creo que usted ni siquiera en sus mejores sueños, o en sus mejores sueños húmedos, ha soñado con un millón de euros en la Gerencia”
De verdad me parece que el señor Sampedro desconoce que la gerencia es pública muy a pesar de su partido, pues EU se dedicó a poner trabas a los planes urbanísticos con los que en su momento el gobierno del cual formó parte Iniciativa Porteña, consiguió la recuperación de ese espacio que gracias a esa operación por fin es propiedad municipal.
Yo no sé si el señor Sampedro, llegó a soñar en algún momento que con el circo al que nos tienen acostumbrados iban a conseguir que ese espacio fuera público. Y ya que hablamos de circo, el otro día nos salió con esta payasada, como si ellos, su equipo de gobierno, estuvieran haciendo una gran labor en la Gerencia, algo que me temo solo verá el señor Sampedro en sus sueños, que no se si serán húmedos. Dijo que iban a dedicar a ese ámbito un millón, aunque omitió que era un plan trianual que comenzó en 2017, y que para este año contempla 400.000 euros, claramente insuficientes. Ellos que reclamaban a la Generalitat que recuperara la gerencia, ahora son incapaces siquiera de toser y exigirle al órgano autonómico, que pague su deuda histórica con este emblemático espacio.
Afirmó el señor Sampedro que yo había manipulado los datos en mi intervención, yo no diré los mismo de él, pero no es aventurado decir, que con sus sueños húmedos se ha vuelto un tanto despistado, pues parece haber olvidado que se invirtió una cantidad cercana al millón de euros en las oficinas de la gerencia en el 2012, que la escuela taller gastó 919.765 euros entre los años 2013 y 2014, y que se invirtieron cerca de 250.000 euros en adecuar el paseo central de la Gerencia, al que ahora le han vuelto a cambiar el nombre.
Es decir, que desconozco si el pasado martes en esa intervención, le llegó suficiente humedad o riego sanguíneo al cerebro de señor Sampedro, pero tengo la certeza de que su memoria le jugó una malas pasada; quizá sea el mal de altura, pues a pesar de todo me parece un buen tipo y no le veo mala intención.
Manuel González Sánchez
Portavoz de Iniciativa Porteña