En la comisión de Administración Local y Transparencia del pasado miércoles, el concejal de Iniciativa Porteña, Sergio Paz, preguntó si se iba a tomar alguna medida disciplinaria contra el funcionario que en el turno de palabra del público, durante el Pleno del pasado ocho de septiembre, falto al respeto de manera grave a los concejales tanto de nuestra formación como de otro de los partidos de la oposición, dándose la circunstancia de que la actitud de este señor es reiterativa. La respuesta del concejal de ADN responsable de la comisión, fue que dado que el funcionario se encontraba fuera del horario laboral, el Ayuntamiento no era competente para tomar medidas disciplinarias.
Llama la atención el carácter proteccionista que tiene el equipo de gobierno con sus afiliados y simpatizantes, pues el individuo en cuestión, es un conocido forofo de compromis, lo cual aparentemente le da la patente de corso para venir a los plenos a meterse a su antojo con los concejales de determinados partidos, que al parecer no son de su agrado. Entiendo que sus agravios deberían tener al menos una respuesta contundente desde Alcaldía, pero el señor Quico Fernández no le ha llamado al orden, ni siquiera en los plenos en los que ha sobrepasado los límites, puesto que da la sensación de que el hecho de que nos insulten, le proporciona cierto placer.
Pero claro, no se puede esperar mucho más de un grupo que fue capaz de elevar a los altares a todo un acosador probado, un Concejal de Compromis por cuya actitud prepotente el Ayuntamiento fue condenado en los juzgados por mobing, con una sentencia en la que queda acreditado que este señor idolatrado por Quico Fernández, machacó a una funcionaria por el mero hecho de “no ser de la cuerda”… Y para que veamos la diferencia entre ser o no ser de la cuerda, entre los planteamientos del equipo de gobierno, en las comisiones del pasado miércoles pusieron al descubierto su intención de reclasificar a un funcionario que parece ser, si que es de la cuerda, y procurarle con ello una jugosa subida salarial. Es decir, estos señores tachaban de discriminatorio para el resto de los trabajadores del Ayuntamiento el intento de subida del salario a los jefes de sección, sin embargo, ahora ven con buenos ojos subirle de manera unilateral, sin una motivación consistente el salario a otro funcionario que ha sido militante y concejal de uno de los partidos gobernantes. Y seguro que para esto alguno de los grandes sindicatos si que encuentra justificación. Inmoral.
Atentamente:
Manuel González Sánchez
Portavoz del Grupo Político Iniciativa Porteña