Es curioso que se plantee una estrategia conjunta de los dos municipios en materia turística cuando la comunicación entre ambos núcleos, precisamente a nivel de la costa, es tercermundista. La conexión entre El Puerto y Canet playa ha de realizarse necesariamente a través de un vado. Quién por allí se aventura, lo hace a sabiendas de que pueden “freirlo” a multas, o bien si tiene un accidente “apechugar” con las consecuencias ya que su seguro se lavará las manos, ya que nos estamos aventurando por una vía no apta para la circulación como se encargan de recordar las señales existentes de prohibido el paso.
Los “nativos” sabemos a que atenernos, pero ¿y los turistas que no conocen los vericuetos de nuestra trama urbana? Si quieren recorrer la zona turística que se oferta de forma conjunta en FITUR tendrán que aventurarse en una especie de Paris-Dakar, en una carreterita infame, peligrosa y nula señalización.
Además en este tramo que atraviesa el cauce del Palancia la circulación de peatones y ciclistas, sobre todo en verano es intensa y la vía no dispone de las más mínimas medidas de seguridad para los viandantes. No existen arcenes, ni iluminación ni señalización. Ya ha ocurrido algún percance que otro, pero gracias a Dios sin mayores consecuencias. El día que ocurra algo grave ya no habrá solución.
Y rizando el rizo, resulta que el nexo de unión natural entre ambos núcleos costeros, el delta del Palancia, se encuentra inacabado “sine die” y lo que es mas grave con unos accesos desde ambos márgenes del río inexistentes. Una pena que este “activo” de la zona que se quiere promocionar conjuntamente permanezca inacabado.
A este respecto debemos recordar la propuesta lanzada por Iniciativa Porteña, para la conexión entre ambos paseos marítimos. Se trata de actuar únicamente en la vereda frecuentada por numerosos ciclistas y peatones, mediante una pasarela naturalizada con balizas solares que señalicen el camino cuando la luz natural desaparece. Y dejar el resto del Delta acondicionado y limpiado para su desarrollo de forma natural y silvestre. La inversión necesaria es irrelevante comparada con el retorno que supondría a nivel de aumentar nuestro atractivo turístico.
Juan Guillén Juliá
Miembro Junta Directiva IP