Se cumplen estos días 30 años del cierre de la cabecera de la siderurgia integral en El Puerto. Con este motivo el ayuntamiento de Sagunto decidió celebrar una serie de conferencias sobre este tema. Una de estas mesas redondas versaba sobre el Patrimonio Industrial que nos ha quedado tras el cierre de la “Fábrica”.
Como asistente a esta charla no pude dejar de asombrarme, y así lo manifesté en el turno de intervención del público, del optimismo que transmitían los dirigentes políticos debido a lo mucho que según ellos se había hecho en cuanto a la recuperación de este Patrimonio Industrial.
Se comentó una vez más la media verdad (que es peor que una mentira) de que el Museo Industrial está a punto de acabarse. Es cierto que las obras de consolidación de cubiertas, accesos y cerramientos están casi acabadas, pero eso no significa que el museo vaya a abrir sus puertas al público. Pasarán años antes de que podamos tener un espacio visitable y que albergue las numerosas piezas y archivos de la siderurgia de El Puerto. Hace falta desarrollar el proyecto museístico que ordene todo ese material en sus correspondientes vitrinas, expositores, indicaciones… Y por supuesto la correspondiente dotación presupuestaria para poder abrir este museo. Nuestros responsables políticos “no saben / no contestan” cuando se les pide siquiera una fecha aproximada de apertura del museo.
Con las oficinas de AHM, ocurre algo parecido en cuanto al retraso de su puesta en funcionamiento real, aunque por otros motivos. La rehabilitación de este espacio se está llevando a efecto y se terminará, pero las oficinas no pueden usarse de momento, para el fin con que fueron adecuadas, es decir, albergar dependencias municipales de la tan cacareada descentralización de servicios.
Resulta que el recinto de la Gerencia está afectado por el Plan Especial de la Ciudad de la Artes Escénicas, que no permite el uso como oficinas municipales en este espacio. Una Ciudad prometida por Zaplana en el año 2.000 y del que nadie sabe nada, ni aquí ni en Valencia. El colmo de los despropósitos. Ahora le toca mover ficha a los gobiernos del PP para desligar este espacio patrimonial de un proyecto que lo condiciona y que nunca se llevará a cabo.
Y qué decir de la Nave de Talleres, “La Nau” (extraño nombre que nunca se usó para designar este edificio). El fiasco que ha supuesto esta actuación desmedida a mayor gloria de políticos de tres al cuarto que buscaban más su lucimiento personal que una rehabilitación que resultara útil. Ahí tenemos ese edificio sin que nadie sepa muy bien qué hacer con él.
O el Horno Alto, casi 30 años para recuperarlo y 1 año después de su apertura al público sigue sin ascensor y sin ser accesible, con lo cual la visita se queda a medias. Ni siquiera este gobierno municipal ha sido capaz de declarar este monumento como Bien de Relevancia Local, tal y como mandó el Pleno en 2.009.
Por no mencionar el vergonzoso derribo de la antigua Escuela de Aprendices en 2.007, y más recientemente el del andén del Trenillo, es decir, aún en nuestros días seguimos perdiendo un patrimonio irrecuperable.
En este breve repaso por nuestro Patrimonio Industrial hay que recordar el lamentable estado de La Gerencia con sus jardines y edificios. Han pasado 30 años, y no se ha hecho nada para siquiera consolidar lo existente y evitar el lento deterioro de todo este espacio. Cuando nos queramos dar cuenta ya no quedará nada que conservar. Se habrá caído todo al suelo.
En estos treinta años en cambio se han descubierto restos arqueológicos en Sagunto. Ruinas en la travesía de la carretera nacional (ya restauradas e integradas urbanísticamente), restos de calzada romana en las inmediaciones de la plaza la Morería, restos en el antiguo cine Marvi… Y ¡¡oh sorpresa!! ya se han puesto en valor con dos flamantes museos abiertos al público además del nuevo museo arqueológico… Ahí sí que se pudo hacer el correspondiente proyecto museístico con sus dotaciones presupuestarias y no ha habido trabas burocráticas (incluso se permitió una planta más en el edificio que albergaba ruinas en su sótano). En fin, saquen ustedes sus propias conclusiones sobre las prioridades de este ayuntamiento saguntino.
Juan Guillén Juliá
Miembro Junta Directiva IP
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