Y EL PABELLÓN…¿PARA CUANDO? – Sergio Paz (Junta directiva de IP)

  Ingenuo de mí pensaba que, tras el desastre de la caída del Pantalán, el regalo navideño del excelentísimo ayuntamiento de Sagunto para sus vecinos porteños sería darle un buen empuje al Patrimonio Industrial, quizás una inversión millonaria en la Gerencia, acabar el Museo Industrial, el proyecto del CEAM en el Economato, la rehabilitación de alguna locomotora de Altos Hornos o incluso la pedrea de poner el ascensor del Horno Alto en marcha. Pero nada de eso, el anuncio navideño ha sido el proyecto urbanístico de «ampliación» del polideportivo internúcleos, el del «Ovni», donde juega el Club Balonmano Puerto Sagunto en la Primera División Nacional (liga ASOBAL), mientras la afición se apretuja en las gradas.

   Y es que la Navidad es tiempo de sueños y de regalos, y puestos a hacerlos, que sea uno grande, que de eso el tripartito sabe un rato. ¿Se acuerdan del Edificio Administrativo internúcleos que iba a costar 12 millones de la época del tripartito de Calero? Aquello también iba a ser un regalo para todos, los del mar y la montaña, un seudoayuntamiento lejos de todos. Ahora el «regalo para todos» es un polideportivo mucho más grande -fuera del casco urbano como no, para que utilicemos más y mejor nuestros coches- con más disciplinas deportivas y que encierre en su perímetro -aquí está el trampa- un nuevo campo de fútbol para el Atlético Saguntino que nos costará de 9 a 12 millones de euros. De nada sirve la propuesta que en su día hizo Iniciativa Porteña para que el ayuntamiento reforme el actual campo del equipo romano, (previo convenio con la Federación de Fútbol, su propietaria) siempre mucho más económico que un estadio nuevo.

   Lo irónico de toda esta historia es que mientras nos venden un nuevo polideportivo, son incapaces de acabar el Pabellón frente al cementerio de El Puerto. Aprobado este proyecto en 2009, nació sin recursos y tras varias vicisitudes no contó con recursos hasta comienzos de 2015, desde entonces todavía estamos esperando que se reinicien las obras y lo acaben. Esta instalación no es ningún capricho que en su día consiguiera Iniciativa Porteña a cargo del Plan Confianza de Camps, sino la necesidad de una sociedad huérfana de instalaciones a la medida del nivel de su club más relevante, además de acercar los servicios, en este caso deportivos, a la ciudadanía.

   Pero cuidado que todavía no ha acabado la Navidad y para el último Pleno, un día antes del Día de los Inocentes, llevan el contrato de adjudicación de las obras del nuevo Instituto Nº 5, ¿será verdad? Porque esta instalación educativa imprescindible para los estudiantes porteños lleva el mismo rosario o peor que el Pabellón, será por lo próximas que están ambas infraestructuras.

   En definitiva, una vez más nos encontramos ante una venta de humo, venta en la que este viejoven tripartito es un experto.

 

 

Sergio Paz Compañ

Miembro de la Junta directiva de Iniciativa Porteña           

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