Hay momentos en la vida que marcan para siempre, y para mí, uno de ellos es formar parte y participar cada mes de agosto en las fiestas patronales de El Puerto con mi peña, una de las más antiguas, como es La Patrona. Una peña que me ha visto crecer pues este año cumplo nada más y nada menos que 26 años como peñista, toda una vida que diría alguna persona.
Desde entonces, cada mes de agosto cobra un sentido especial, desde los días previos hasta que llega el día de la Xopà, disfrutándola junto a mis padres desde que era bien pequeño, respirando un aire diferente cada mañana del 4 de agosto (cuando años atrás empezaban ese día), con una sensación de nervios durante todo el día pensando en la noche para ir con mi familia a mojarme por la Avenida Camp de Morvedre, esperando bajo el balcón de mis abuelos para que me vieran y me tiraran agua.
Con el paso de los años, las fiestas han cambiado, como cambia todo en la vida. El recinto ferial se trasladó a su ubicación actual, más alejado, más amplio y mejor acondicionado, sí, pero también algo más impersonal. Se ganó en infraestructura, en seguridad y en logística, pero he de decir que sigo manteniendo cierta nostalgia cuando se habla del recinto que se ubicaba en la playa.
Sin embargo, no todo debe quedarse en la nostalgia. Creo que es momento de mirar al futuro y pensar en cómo mejorar nuestras fiestas. Hay que encontrar la fórmula de hacer las fiestas atractivas para todos los públicos. También sería positivo recuperar parte del espíritu popular de antaño, apostando por actividades más diversas durante el día, aunque por supuesto también agradezco la labor de la Federación de Peñas de El Puerto por mejorar cada año la calidad de los espectáculos y orquestas, así como la programación en general.
No obstante, desde Iniciativa Porteña seguiremos luchando por la equidad en ambos núcleos de población. No puede ser que ambas federaciones perciban el mismo dinero para la organización de las fiestas cuando en El Puerto somos más del doble de población y existe el hándicap de celebrar las fiestas patronales en agosto, siendo que en este mes todo se encarece y resulta más difícil la contratación de todo tipo de eventos. Desde luego que seguiremos luchando por revertir esta clara discriminación hacia El Puerto.
Para finalizar me gustaría darles la enhorabuena a todos los miembros de la comisión de fiestas por su implicación, por apoyarse en las peñas para buscar mejoras de cara a los futuros años y por pelear contra viento y marea para que todo salga según lo deseado.
Y agradecer a la peña La Patrona por ser innovadora, por ser pionera con la cabalgata de disfraces, por los buenos momentos y por no cambiar lo más importante: la amistad, la ilusión y la complicidad.
Desde luego, os deseo unas felices fiestas patronales, unas fiestas donde todo transcurra con responsabilidad y respeto.