El CEAM y líneas rojas en política: La traición a nuestros mayores – Juan A. Guillén (Concejal de IP)

En la dinámica de la política, donde las promesas son herramientas comunes para ganar apoyo, existe una línea que los partidos políticos nunca deben cruzar: engañar a los colectivos de mayores.  Un colectivo que representa una parte significativa de la población en nuestra sociedad, y que lamentablemente, a menudo se convierte en objetivo de promesas vacías o incumplidas a cambio de sus votos en las urnas. Pero nuestros mayores merecen un respeto y una consideración especiales. Muchos de ellos dependen de servicios de salud e instalaciones adecuadas para mantener una calidad de vida digna en su vejez.

Es importante reconocer el papel vital que juegan los adultos mayores en nuestra comunidad. Han dedicado décadas de sus vidas al trabajo, la crianza de familias y la construcción de una sociedad próspera y democrática. Una sociedad que permite que los hijos y nietos de esos mayores puedan dedicarse a la política y hacer de ella su modo de vida. Engañar a este colectivo  es una falta de respeto repugnante a su contribución pasada y presente. Un engaño llevado a cabo precisamente por aquellos que más deberían agradecer ese legado democrático de nuestros mayores. Una actitud que sucede de forma recurrente en las campañas electorales, donde es frecuente escuchar a los candidatos prometer y prometer a los jubilados, para olvidarse de estas promesas una vez en el poder.

En conclusión, engañar a los colectivos de mayores es una traición inaceptable a la confianza y el bienestar de uno de los segmentos más importantes y respetados de nuestra sociedad. Los adultos mayores merecen ser tratados con dignidad y respeto, y cualquier intento de manipularlos con promesas vacías y falsas es una violación flagrante de los principios éticos y morales que deben guiar la política.

Pudiera parecer que lo dicho hasta ahora no es si no una reflexión personal más o menos teórica, pero desgraciadamente es lo que ha ocurrido en nuestro municipio con el CEAM y el Centro de día, dos instalaciones para nuestros mayores que deberían ubicarse en el antiguo edificio de la Cope en El Puerto una vez rehabilitado.

Causa vergüenza ajena lo que ha sucedido en los últimos años y sobre todo en vísperas de elecciones con los responsables políticos de PSOE y Compromís, cuando aseguraban sin ningún género de duda, incluso con reuniones con grupos de jubilados, que el proyecto del CEAM y del Centro era una realidad que vería la luz más pronto que tarde. Incluso pugnaban entre ellos por la paternidad del proyecto. LLama la atención que ahora, cuando este proyecto ha quedado suspendido, ninguno de esos partidos quiera atribuirse la paternidad del fracaso.

En este escenario tan lamentable, hubiera sido deseable que el Partido Polular, ahora al frente de la Generalitat, en vez de asegurar sin más que no hay fondos para este proyecto tildándolo de fantasma, ehando la culpa como siempre a la herencia recibida, hubiera tenido más sensibilidad y se hubiera reunido con los afectados, que llevan tanto y tanto tiempo esperando con promesas falsas. Y por supuesto hubiera habilitado las fórmulas económicas necesarias para llevar a cabo el CEAM y el Centro de día y poniendo fecha siquiera aproximada para su puesta en marcha.

Seguramente muchos de nuestros mayores que llevan años luchando por estas instalaciones tan necesarias no vean la luz cuando finalmente se inauguren, pero despejar las dudas sobre el CEAM y el Centro de día supondría sin duda un extra de motivación y satisfacción por ver que la lucha de tantos años finalmente tiene un desenlace satisfactorio.

Se lo debemos a todos ellos. No podemos fallarles  una sola vez más.

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