Con demasiada frecuencia encontramos personas que ponen en duda la existencia de El Puerto, o que directamente niegan nuestra realidad identitaria propia. Ante esas opiniones suelo contraponer lo que desde antiguo se utiliza para definir lo que es un “pueblo”, es decir el uso identitario, movilizador y de pertenencia sentimental a un sitio. Esa pertenencia emocional a un lugar es indudable que existe entre nosotros. Todos los que aquí vivimos, sin prácticamente excepción contestamos que somos porteños o que somos del Puerto cuando se nos pregunta de dónde somos.
Desde esa premisa emocional podríamos definir El Puerto como el lugar que sentimos como algo propio, un lugar al que pertenecemos y que nos pertenece. Y que significa cosas distintas según quien responda, pero siempre con el denominador común de pertenencia, y al que siempre regresamos física o emocionalmente como el hogar seguro y acogedor que todos necesitamos en algún momento de nuestra existencia.
Pero además del sentimiento de pertenencia a un lugar que sentimos como propio ¿qué otras características definen lo que significa El Puerto o ser porteño? Como casi todo en esta vida debemos ir al origen para entender nuestro presente.
Solo con la suma de los rasgos identitarios de los lugares de origen de cada una de las personas que aquí fueron llegando, podremos definir una realidad tan compleja como es nuestro pueblo, cuya génesis inicial a partir de una aventura empresarial de un lejano emprendedor vasco, siguió la llegada de miles de personas de todo lugar con su propia idiosincrasia, buscando un futuro mejor para los suyos, y que hicieron de este lugar, El Puerto y no otro, su pueblo.
Esa necesidad de convivencia entre todo tipo de personas tan distintas es lo que ha ido forjando nuestra identidad. Y lo que nos permite trazar algunas pinceladas sobre lo que significa ser porteño.
Ser porteño es ser respetuoso con todos. Da igual la condición, raza, sexo o religión.
Ser porteño es respetar al de fuera, da igual su lugar de procedencia.
Ser porteño es acoger a todo el mundo con los brazos abiertos.
Ser porteño es multiculturalidad de aquí y de todo el mundo.
Ser porteño es poder expresarse en cualquier lengua siempre con respeto.
Ser porteño es querer que se respete nuestra identidad y nuestra memoria histórica.
Ser porteño es querer este lugar, aunque haya otros con una historia más larga.
Ser porteño es El Casino, la Alameda, La Gerencia, es el Alto horno, la nave de talleres, es la playa, el mercado, el paseo marítimo y tantos lugares comunes.
Ser porteño es estar orgulloso de nuestro pasado y presente industrial.
Ser porteño es estar orgulloso de nuestra lucha obrera en la reconversión industrial.
Ser porteño es emocionarse recordando a nuestros mayores y lo que lucharon.
Ser porteño es futuro. Ser porteño es ilusión. Ser porteño es esperanza.
Ahora estimado lector ya estamos en disposición de responder ¿El Puerto existe?
