PRINCIPIOS – Cosme Herranz (Vicepresidente de Iniciativa Porteña)

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  Los que seguimos desde hace muchos años la política municipal vemos con estupor como el nivel de algunos políticos y de algunos partidos va dejando cada vez más mucho que desear. En política hay una máxima que nadie se puede saltar; es lo que denominamos como principios. El diccionario de la lengua española en una de sus acepciones lo define de la siguiente forma: norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta.
     Hace unas semanas vimos el circo que montó el equipo de gobierno formado por ADN Morverdre, EU y los todopoderosos saguntinos de Compromís en un pleno en relación a la aprobación de los presupuestos municipales. Los saguntinos nacionalistas de Compromís se pensaban que iban a aprobar los presupuestos con el apoyo de Ciudadanos, sí, de Ciudadanos. Pero recapacitaron, la inexperiencia casi les juega una mala pasada, y votaron en contra. Pues les dijeron de todo en el pleno y anteriormente y posteriormente en la prensa. Fascistoides, marca blanca del PP, derechona rancia… Pero claro, cuando les suplicaban de rodillas el voto a favor, entonces eran los moderados, centrados y responsables de Ciudadanos. Un ridículo por parte de los nacionalistas saguntinos de Compronís que yo pensaba que era difícil de superar.
     Pero han vuelto al ataque. Ahora su diana es el señor Crispín, perdón, el malvado Crispín. Observamos como los saguntinos de Compromís dijeron en prensa auténticas barbaridades sobre el señor Crispín. Calificaciones muy gruesas e hirientes hacia su persona que podrían haber acabado en los tribunales. Pero de repente, por arte de magia y ante el asombro de la ciudadanía, vuelven a aparecer en prensa, esta vez con los pantalones por los tobillos, las orejas gachas y el rabo entre las piernas, pidiendo públicamente disculpas al malvado Crispín, perdón, ahora otra vez al señor Crispín en un acto de tal grado de desfachatez e hipocresía difícil de superar en política. Se dejaron los principios en el cubo de la basura acogiéndose a la máxima de Groucho Marx: “estos son mis principios pero si no les gustan, tengo otros”. Y todo para poder aprobar unos presupuestos hinchados e irreales que van a generar más déficit a los cuidadanos y vuelven a marginar al pueblo porteño.
     El señor Crispín y la secretaria general del PSPV salieron inmediatamente en prensa con una sonrisa de oreja a oreja, orgullosos y triunfantes. Hasta el señor Crispín se permitió el lujo de definirlos como algo parecido a palurdos. Y los saguntinos de Compromís a tragar.
     Esta ausencia de principios es una falta de respeto a la ciudadanía. En Sagunto saben que no les pasará factura, tienen 1 de cada 2 votos, pero en El Puerto donde los saguntinos de Compromís siempre han sido una fuerza marginal y minoritaria, se lo tendremos en cuenta. Deberían salir públicamente a dar explicaciones a la ciudadanía por esta falta de principios. Pero lo mejor de todo es que sus socios de gobierno de ADN dicen que el malvado Crispín en su equipo de gobierno, ni en broma, con declaraciones también muy duras en prensa. Está claro que si entra en el equipo de gobierno, ADN se saldrá, por ¿principios? Igual se llevan una sorpresa y también tragan. Tiempo al tiempo.
     Uno no debería dedicarse a la política para buscar trabajo, sino por principios: norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta.

Cosme Herranz Sánchez

Vicepresidente de Iniciativa Porteña

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