¿Tanta demostración de fuerza y decisión, para qué?

Por César Vera Moya, presidente de IP

Me pregunto yo para qué se ha creado un problema que no había y que no sabemos cómo va a terminar.

Todo esto viene a cuento de lo ocurrido no hace mucho en el delta del Palancia.

La Administración decidió actuar y «normalizar» una zona que consideró de urgente actuación, y se puso manos a la obra.

Recuerdo cuando se obligó a los afectados de las tierras que están en el delta a abandonar todo aquello, y ante su resistencia se tomaron acciones poco más o menos desmedidas. Recuerdo las concentraciones de vecinos haciendo guardia frente a la carretera de la playa para evitar el acceso de las excavadoras. Recuerdo las peticiones de ayuda a los partidos y a la sociedad para evitar lo que ha ocurrido. Y, sobre todo, recuerdo la acción que desde Gobernación se dictó y que no fue otra que poner a la Guardia Civil protegiendo a las excavadoras y evitando que los afectados pudieran intervenir. Recuerdo también cómo estaban tomados los accesos a la carretera de la playa por ambos lados y de cómo se prohibió el paso.

Todo ello, como digo, encaminado a «normalizar» una situación «insostenible en el tiempo» según la Confederación, que tiene previsto invertir x miles de millones.

Bonita golosina que ofrecen a ambas partes del río: las bondades de un parque y espacio útil a la sociedad del que todos íbamos a estar encantados, con varios parques distribuidos en la zona, estanques para disfrute visual y paisajístico, zona verde de ocio y paseo y un sinfín de maravillas amparadas y respaldadas por una buena partida presupuestaria creada para tal fin y lista para llevarse a cabo.

Pues ya veis, esa dura acción de la autoridad para evitar que los afectados impidieran la acción de la Confederación ha servido para que más de un año después no haya ni paseo por la orilla ni zona verde ni estanque. A cambio tenemos un pedregal por la orilla del mar en el que no está claro por dónde hay que ir, unas charcas que este verano han sido motivo de conflicto (mosquitos que se desarrollan a sus anchas), un camino por el río que desaparecerá en menos de un mes (cuando baje el río, como todos los años), un despeje de vegetación y un erial de lo más ingrato.

Es decir, ni huerta ni paseo ni carretera ni parque.

¿Qué manía hay de destruir antes de tener una solución eficaz?

¿Dónde están los fondos y cuándo se van a hacer efectivas las obras de mejora y acondicionamiento?

Lo cierto es que han eliminado un servicio que existía a cambio de nada.

El perro del hortelano, que ni come ni deja comer, está instalado en el delta.

¿Y qué autoridades y entidades participan? A saber: Ministerio (de España) de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Fondo Europeo de Desarrollo Regional, Confederación Hidrográfica del Júcar…

Por último, el plazo de ejecución que nos dijeron y está escrito es de 18 meses. Y el importe de las acciones, 13.300.000 euros. Nada más y nada menos.

Y así estamos.

(Haz clic sobre las imágenes para verlas a tamaño completo).

Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *