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Las obras del pabellón polideportivo del SUNP-6 ya deberían haber comenzado. Sin embargo, desde que el pasado día 3 de agosto la junta de gobierno las adjudicó de forma definitiva, no se ha movido ni un solo papel en el Ayuntamiento de Sagunto.

El acta de replanteo tendría que haberse firmado hace 15 días, y ni lo está ni se ha fijado una fecha a tal efecto. No existe permiso del agente urbanizador del SUNP-6 para comenzar las obras, ya que la empresa adjudicataria no lo ha solicitado, y los técnicos de Intersa Levante ni siquiera han pasado por el Ayuntamiento.

«Intersa se quiere retirar después de resultar adjudicataria, pero, eso sí, recuperando la garantía presentada para optar a la obra —advierte el portavoz de Segregación Porteña, Manuel González—. Desde el Ayuntamiento, salvo que exista un acuerdo político, no se puede renunciar a esa garantía. En resumidas cuentas, si no hay firma y se rescinde el contrato, la empresa podría iniciar acciones legales que supondrían la paralización de la obra de forma indefinida. Por tanto, el equipo de gobierno tiene que reaccionar ya para que la pérdida de esa garantía no suponga un obstáculo».

Pero en Segregación Porteña van más lejos y advierten de graves irregularidades en la licitación, vinculadas directamente con el presupuesto de esta obra, que asciende a 3.400.000 euros, una cifra que, a juicio de todos los expertos y técnicos consultados, no permitía terminar un pabellón para 3.000 espectadores. Por este motivo, se dividió la construcción en dos fases. En la inicial, el pabellón dispondría de unas condiciones de uso básicas, mientras que la segunda fase tendría que dotarse de presupuesto, una vez el pabellón estuviera funcionado, para abordar el resto de infraestructuras. Por tanto, fue sólo la primera fase la que salió a licitación.

Pese a lo ajustado del presupuesto, algo de lo que eran conocedores tanto los técnicos como los concejales encargados de supervisar el proyecto, el Ayuntamiento planteó en sus bases, como posibles mejoras a incluir por las empresas licitadoras, todas aquellas obras que deberían haberse realizado en la segunda fase, pero no limitó la rebaja máxima, es decir, no puso un tope de «licitación por lo bajo». Con este escenario, la mayoría de las empresas incluyeron las obras de la segunda fase prácticamente en su totalidad, aunque con valoraciones económicas diferentes dependiendo de cómo se realizará la obra y de las calidades de la misma. En el caso de Intersa Levante, se cuantificó un descuento del 24% (aproximadamente 800.000 euros).

La alerta debería haber saltado en ese momento, ya que, con un presupuesto tan ajustado, la obra dejaba un margen de maniobra casi imposible, con lo cual la construcción del pabellón no quedaba garantizada, pudiendo la empresa, además, solicitar más dinero al Ayuntamiento para acabar la obra, algo que ya ha ocurrido con, por ejemplo, las obras de la piscina internúcleos, la cual, además del retraso de años, costó al Ayuntamiento casi el doble de dinero sobre lo inicialmente licitado.

Sin embargo, la sorpresa estaba por llegar. En la apertura del sobre económico, Intersa Levante revienta la subasta con una rebaja del 18% sobre el valor de licitación (600.000 euros, aproximadamente), resultando adjudicataria del pabellón pese a que, sumando el 18 % de rebaja y el 28% del descuento de mejora, la Empresa podría incurrir en una «baja temeraria», con lo cual el Ayuntamiento estaría obligado a no valorar su oferta. El contencioso se huele desde aquí.

Sin embargo, el Ayuntamiento, y más concretamente el concejal de urbanismo, señor Sergio Muniesa, era conocedor de estas irregularidades. Así lo afirma el portavoz de SP, Manuel González: «El pasado 2 de agosto, advertí al portavoz del PP de que estaban a punto de realizar una adjudicación que nos podía traer complicaciones, ya que, bajo los criterios de SP, esa oferta era inviable. Es más, le pedí por favor que solicitaran a Intersa la justificación de esa mejora económica, que entendíamos injustificable. Pero, sorprendentemente, el equipo de gobierno adjudicó de forma definitiva este proyecto, sin ni siquiera hacer caso de nuestro aviso ni pedir justificación alguna a Intersa. Nuestros temores se han hecho realidad mes y medio después, cuando vemos que las obras no comienzan. Tras comprobar que no se ha firmado el acta de replanteo, hemos mantenido conversaciones con diversos técnicos del Ayuntamiento y hemos podido constatar la gravedad de la situación. La negligencia del PP está paralizando las obras del nuevo pabellón polideportivo en El Puerto».

Por último, el líder segregacionista advierte «del riesgo que existe de que las obras del pabellón no den comienzo, con lo que es muy difícil que concluyan para el año que viene. Por otro lado, queremos ofrecer públicamente al señor Castelló nuestra colaboración en todo aquello en que sea requerida nuestra ayuda. Es necesario que se den, a la mayor urgencia, los pasos necesarios para deshacer el entuerto, ya que de lo contrario podemos encontrarnos con otro desastre únicamente achacable a la mala gestión del Partido Popular».