Pleno extraordinario del 5 de agosto de 2010 (III)

Seguimos con la serie de intervenciones en el pleno municipal del 5 de agosto («Alegaciones respecto a la Ley 8/2010, de Régimen Local de la Comunidad Valenciana, y su repercusión en el expediente de segregación de El Puerto»). Hoy os dejamos la exposición de Ramón García, miembro de Iniciativa Porteña y asesor de la misma.

http://www.youtube.com/watch?v=jE9pwzsRz04

(Este vídeo ha sido extraído, con permiso, del sitio «Sagunto TV»).

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Un comentario

  1. Soy Ramón García Ortín, miembro de Iniciativa Porteña y Asesor de la misma.
    Buenos días a todos, ciudadanos.

    Algunos pensadores dicen que son malos tiempos o que es un drama cuando se tiene que demostrar lo evidente, y algo similar nos trae esta mañana a este salón de plenos. Porque detrás de todo el galimatías jurídico, lo que se nos pide por enésima vez, es que demostremos que Sagunto y El Puerto son dos ciudades distintas y que lo que se pide, lo que pedimos, se ajusta a adaptar los términos municipales a la realidad física, demográfica socioeconómica, histórica o cultural, como marca la nueva ley.

    ¿Hay que demostrar que Sagunto y El Puerto tienen historias distintas? ¿Hay que demostrar que la historia milenaria de Sagunto y la centenaria de El Puerto no tienen apenas vínculos? ¿Es necesario demostrar que el nacimiento de El Puerto es ajeno a la economía del entorno, incluyendo al País Valenciano? ¿Hay que recordar de nuevo que su nacimiento a principios del siglo pasado a raíz de la instalación de la Compañía minera de Sierra Menera y de la Siderúrgica del Mediterráneo fue con una población formada fundamentalmente por trabajadores inmigrantes, proletariado de diferentes regiones españolas y sobre un territorio virgen poblacionalmente? ¿O se tiene que demostrar que este tipo de génesis ha generado una cultura nueva, especifica, del trabajo, ajena al entorno hasta en la lengua? Voy a citar en este sentido a Evangelina Rodríguez, que fue directora de Patrimonio gobernando el Psoe en la Comunidad. Decía en el articulo “Los hijos de Prometeo, historia de un negro suelo amado”, decía, que “la implantación de la siderurgia en Sagunto no supone la mutación de una mentalidad colectiva si no que por el contrario representa la creación de la misma y suscita un positivo sentimiento de pertenencia que abarca no sólo a los trabajadores si no al conjunto de la población”, refiriéndose a la población de El Puerto. En estas fechas, ¿se nos va de la memoria que esta cultura especifica abarca hasta las fiestas patronales? ¿Tenemos también que demostrar que las dos ciudades están físicamente separadas? ¿De verdad hay que demostrar eso?

    Desde luego tengo que reconocer la fantasía, el ingenio y el cuajo del arquitecto municipal y el jefe de la sección de urbanismo que en el 2008 firmaron y afirmaron que decir que los dos núcleos de población se encuentran físicamente separados es una afirmación jurídicamente incorrecta, porque se han adoptado todas las decisiones administrativas cuya mera ejecución material hace concluir que los dos núcleos urbanos tradicionales están unidos por calles y espacios edificables. A veces, Sr, Alcalde, meten ustedes a los técnicos en unos berenjenales que solamente salen de ellos por las tablas que tienen, si no, más de uno saltaría por una ventana. Mire, este es un tema que se arrastra, el de la unión física, desde los años veinte a raíz del primer intento de los ciudadanos de El Puerto por tener ayuntamiento propio. En el 27 el entonces Alcalde, Sr. Casanova, en vista de la separación existente entre los dos núcleos y de la situación creada por Unión Urbana, propuso al rey Alfonso XIII, aprovechando su visita a la factoría que construyera una carretera entre Sagunto y El Puerto, para unirlos, que él ya se encargaría de rellenar de viviendas los aledaños y además la llamaría Gran Vía de Su Majestad Alfonso XIII. En 1954, en otro intento de creación del ayuntamiento en El Puerto, vuelve a aparecer la misma idea, ahora esa gran avenida se llamaría Gran Avenida del Mar. El problema que tienen es que nadie quiere ir a vivir a semejantes avenidas y se intenta rellenar sin conseguirlo el enorme hueco existente entre las dos ciudades por un lado con viviendas para los más necesitados, para los que no tienen ninguna opción de elegir, aun a costa de crear guetos y marginación, y por otro lado colocando servicios entre ellos los escolares con los consiguientes y kilométricos desplazamientos diarios. Una excelente manera de incrementar la calidad de vida de los ciudadanos. A los que han hecho informes relativos a este tema les recomiendo los mapas del Google porque sé que estos informes los hacen de buena fe.

    ¿Se tiene que demostrar también que la separación física existente es también social, que los ciudadanos de Sagunto mayoritariamente se relacionan entre ellos y no con los de El Puerto y viceversa? Por otro lado, ¿en la cabeza de alguno de los aquí presentes, cabe que con el reparto territorial propuesto, Sagunto con sus 20.000 habitantes, su costa, monte, huerta, urbanizaciones, industria, sus vías de comunicación, la extensión de su término, se va a asfixiar económicamente? ¿Va a ver reducida la calidad de los servicios? Lo mismo digo de El Puerto. ¿Alguien de verdad lo cree?
    Estamos en definitiva sustituyendo el sentido común y el bienestar de todos los ciudadanos del municipio, en unos casos por el recuento de votos, en otros por consignas y en algunos casos por sentimientos, porque se carece de argumentos de peso para ponerlos sobre la mesa y se llega hasta el esperpento para falsear la realidad. Pero esta práctica tiene un determinado recorrido que ha llegado a su final o está próximo a ello, porque no vamos a parar hasta tener un ayuntamiento propio, porque es justo, razonable y porque tenemos 40.000 motivos, y cuanto antes lo hagamos mejor. No esperemos que ocurra lo que dijo aquel viajero a principios del siglo pasado al contemplar el crecimiento de El Puerto comento, por ahora se llama impropiamente Puerto de Canet, en realidad tendría que llamarse Puerto de Sagunto; nuevo Anibal que acabara tarde o temprano con los restos de la histórica ciudad. No dejemos pudrir la situación hasta llevarla a semejante extremo. Muchas gracias.

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