Más sobre la playa: entrevista a Ramón García Ortín, ex concejal del Ayto. y miembro de IP

Por Laura Julián Arguedas

Pregunta.— Los motivos principales, entre otros, para que se modifique la playa son: la propuesta de Costas, la existencia de espacios degradados e inutilizados, la gran afluencia de turismo durante el verano, un entramado viario que produce grandes atascos y la falta de sedimentos de playas cercanas. ¿Cree que la playa del Puerto necesita un cambio?

Respuesta.— La playa de El Puerto no necesita cambios. Es una playa amplia, limpia, de excelente arena y consolidada. Lo que es la playa en sí sólo necesita seguir con su mantenimiento. Otra cosa son los accesos y el entorno, que está efectivamente degradado, en parte por anteriores actuaciones negligentes de Costas. El caso más sangrante es el llamado Malecón de Menera, un espacio de más de 200.000 metros cuadrados inutilizado dentro de la línea marítimo terrestre, donde, después de la última sentencia del Tribunal Supremo del Estado, Costas sí podría actuar y revitalizarlo sin ningún problema jurídico, pero no lo hace.

P.— ¿Cómo cree que puede afectar la aplicación de la ley de Costas al negocio de los restaurantes de El Puerto? ¿Cuántos establecimientos y empleados pueden verse afectados por la decisión del Gobierno? ¿Corre riesgo este sector?

R.— El Delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, amenazó con derribarlos todos, según fueran caducando las concesiones, si no se aceptaban los macrotrasvases de arena que pretendía. De llevarse a cabo semejante barbaridad, el efecto sobre los establecimientos de restauración ubicados en el paseo marítimo sería evidentemente nefasto. No creo que se lleve a cabo semejante medida sin ninguna alternativa. Juega también a favor de estos establecimientos el que se vean afectados otros de nuestro litoral como los de la Malvarrosa, en Valencia, o los de Pinedo, que han provocado la movilización y el rechazo no sólo del Gobierno Valenciano del PP, sino también de los más altos dirigentes del PSOE de la Comunidad Valenciana.

P.— ¿Cree que en época de crisis se debe gastar el dinero en esta inversión que supondrá gastos públicos y pérdidas de puestos de trabajo?

R.— De momento no se va a hacer, por lo tanto no vale la pena entrar en disquisiciones.

P.— La Agrupación de Empresarios Estación Náutica Costa Palancia asegura que con esta normativa «se impide la creación de otros 100 puestos de trabajo en la playa de Puerto de Sagunto». ¿Cree que con la remodelación del paseo se crearían más puestos de trabajo?

R.— Si la normativa a la que te refieres es la Ley de Costas, ésta en sí ni crea ni destruye; depende de la interpretación que se haga de la misma y de las actuaciones que se efectúen a su amparo. El tema de los puestos de trabajo es un repetido chantaje demagógico que se ejerce continuamente sobre los trabajadores asalariados para hacerlos comulgar con ruedas de molino.

P.— ¿Cuáles cree que son los motivos de los que opinan a favor de la propuesta de Costas?

R.— Son diversos, pero esto deberían responderlo los interesados.

P.— ¿Qué opina Segregación Porteña? ¿Qué alternativa proponen? El dinero que se utilice para modificar la playa, ¿qué usos le daría?

R.— Segregación Porteña se ha posicionado decididamente en contra de que se lleven el más mínimo grano de arena de nuestra playa, a favor de mejorar la estructura e instalaciones del paseo marítimo y de recuperar el espacio del Malecón de Menera para el pueblo, con ajardinamientos e instalaciones compatibles con su ubicación. Pero las actuaciones de este tipo, dentro de la línea marítimo terrestre, corresponden al Estado, no al Ayuntamiento; y aquel no tiene un proyecto decidido sobre el que actuar u opinar. Además, en el caso del Malecón nos encontramos con el litigio que tiene Costas con la empresa que adquirió los derechos (si estos existen) sobre estos terrenos en una subasta al propio Estado, para saldar la deuda que tenía la antigua concesionaria, la Compañía Minera de Sierra Menera, con la Seguridad Social. Una situación esperpéntica, difícil de entender y difícil de justificar por parte de las instituciones, Seguridad Social y Costas, que intervinieron en su gestión. No obstante, este litigio no es óbice para que Costas pudiera actuar en el Malecón, en el sentido señalado, o permitir que el Ayuntamiento lo hiciera.

P.— ¿Qué opinan los demás partidos? ¿Cree que el resto de los partidos de El Puerto adoptan esa opinión por afinidad con sus partidos nacionales?

R.— Es significativa la situación del PSOE. A nivel nacional quieren actuar de forma agresiva y demoledora; y a nivel autonómico, el señor Alarte, secretario general de los socialistas valencianos se ha posicionado claramente en contra. Este escenario se reproduce en las agrupaciones locales de este partido. En cualquier caso deberían responder directamente el resto de partidos a esta pregunta.

P.— ¿En qué medida se verá afectado el turismo con el cambio de la playa?

R.— De momento no parece que vaya a haber cambios.

P.— ¿Cree que es una inversión modificar la playa? ¿Cree que va a ser una pérdida de dinero?

R.— La modificación de la playa, en el sentido de llevarse 400.000 metros cúbicos de arena y suprimir 250.000 metros cuadrados de la misma, no se puede considerar una inversión; se trata de un expolio a El Puerto y a los ciudadanos de nuestro pueblo.

P.— ¿Han recibido ya órdenes para remodelar la playa? ¿Cree que finalmente se llevará a cabo la propuesta del Gobierno? ¿Cree que los ciudadanos aceptarán las obras, el gasto y la modificación de la playa?

R.— Ni hay órdenes en ese sentido ni hay propuesta firme en la actualidad sobre la mesa. Los ciudadanos de El Puerto se han manifestado claramente en contra de los trasvases de arena y de los espigones que en su momento proponía Costas; y lo han hecho, entre otras cosas, con la recogida de más de 20.000 firmas.

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Un comentario

  1. Muy bien Ramón García. Añadiría únicamente que el trasvase de arena, además de un expolio, es o constituiría uno de los atentados ecológicos de más envergadura de los últimos tiempos, y dada la reversión en la dinámica de la sedimentación y aportes de arena que claramente ha cambiado y tiende a la perdida y erosión de los terrenos ganados al mar. También Ramón ha sido muy prudente y sensato a la hora de advertir o más bien al omitir los brutales intereses económicos que penden sobre el Malecón de Menera, con un grupo inmobiliario dispuesto a construir hotel y zona comercial con el permiso seguro del ayuntamiento popular. Por no hablar de la prensa local sibilinamente favorable al proyecto.
    Bien Ramón García, como siempre. Un gran porteño.

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