EL ARCHIVO VIAJERO – Sergio Paz (Concejal de IP)

 

Sergio Paz (Concejal de IP)

 Finalizando el pasado Pleno de enero en el ayuntamiento de Sagunto Iniciativa Porteña intervino en el apartado de ruegos y preguntas, para rogar al Delegado de Patrimonio, señor Abelleira (ADN Morvedre-Podemos), que el Archivo Minero-Siderúrgico no saliera de nuevo de las antiguas oficinas de Altos Hornos ante unas pequeñas reformas que se iban a hacer en su semisótano. Ruego baldío pues ya estábamos ante un hecho consumado.

   Irónicamente y a pesar de alardear este gobierno cuatripartito de transparencia e información, nos enteramos por terceros y de casualidad, que esa misma tarde comenzaban los trabajos de traslado sin que el responsable de Patrimonio hubiera informado en ninguna comisión, si siquiera a la prensa (como nos tiene acostumbrados) de tal acontecimiento. También supimos que su destino es la Nave de Efectos y Repuestos del inacabado (y lo que le queda) Museo Industrial. Un edificio que debido a su abandono ha sido objeto reiterado de vandalismo, y que todavía tiene obras pendientes para evitar las reiteradas inundaciones que sufre cada vez que llueve intensamente. Dicho museo carece de vigilancia, con lo que cualquier desalmado podría entrar y echar a perder los innumerables documentos contables, fichas personales, facturas, encargos, compras, contratos, nóminas, planos diversos  y un largo etcétera de documentación que recoge  este Archivo, que durante casi un siglo de historia las diversas empresas y sus gentes forjaron El Puerto, la Compañía Minera de Sierra Menera y la Compañía Siderúrgica del Mediterráneo, primero,  luego Altos Hornos de Vizcaya, y por último Altos Hornos del Mediterráneo.  Es decir, la esencia misma de la historia porteña.

       El ruego del Pleno no era baladí, pues el periplo que ha sufrido este archivo histórico desde que cerraron la «Fábrica» es rocambolesco. Primero languideciendo (o más bien pudriéndose) en los semisótanos y otras dependencias de las Antiguas Oficinas de Altos Hornos, que ante la falta de un adecuado mantenimiento del edificio (las filtraciones llegaban al sótano) unido al deterioro del inmueble habían conducido al archivo a una situación límite. Luego el traslado in extremis -con las obras de rehabilitación del inmueble ya en marcha- hasta un almacén en Picassent por una empresa especializada. Y por último su vuelta a estas oficinas una vez rehabilitadas, sin que su contenido haya sido todavía catalogado y debidamente clasificado e inventariado, y por supuesto sin que nadie pueda consultarlo.

      Aquí se juega con el Archivo Minero-Siderúrgico, como con una pelota, ¿se imaginan que el archivo municipal de Sagunto fuera tratado con el mismo desdén? Seguro que Kiko Fernández removería Roma con Santiago para evitarlo.

      La respuesta que dio el señor Abelleira en el Pleno era de esperar, la decisión estaba tomada y no había marcha atrás, dándonos «tranquilidad pues todo estaba bajo control». Y eso a pesar de proponerle alternativas, como su traslado a otra zona del sótano (bajo la sede de la Unión Musical Porteña), los pisos superiores de las oficinas, o la Nave de Talleres, ambos edificios con vigilancia y mejores condiciones de seguridad.

       Si este archivo sufre algún desperfecto tanto el Concejal Delegado de Patrimonio como el Alcalde serán los únicos responsables directos de este desaguisado, pues con la historia de un pueblo no se juega.

Sergio Paz Compañ

Concejal de Iniciativa Porteña

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