PRIMER AÑO DE LEGISLATRURA – Manuel González (Portavoz de IP)

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El pasado martes hizo justo un año desde las elecciones municipales que depararon el gobierno que nos está tocando sufrir. Solo hay que fijarse en algunos detalles…

  La pasada semana hubo polémica porque el ayuntamiento no había hecho efectivo el pago de 4 millones de euros a la Sociedad Anónima de Gestión (SAG), que se correspondían con los trabajos realizados por la empresa entre enero y abril de este mismo año. Iniciativa Porteña denunció esa situación porque de no hacer una rápida intervención, peligraban las nóminas de este mes.

  El equipo de gobierno aprobó una transferencia urgente de dinero a la SAG, con lo que la empresa obtuvo la liquidez necesaria para afrontar sus pagos a proveedores y trabajadores. Pudimos ver como incluso el propio alcalde sacaba pecho por su gestión y como esa denuncia en prensa de IP parecía injustificada, pero nada más lejos de la verdad. Esto es una chapuza más a las que nos está empezando a acostumbrar este equipo de gobierno. El problema sustancial con la SAG sigue pendiente de que se realice una gestión por parte del tripartito que justifique la contratación de la limpieza a esta empresa municipal como la única que presta sus servicios en al Ayuntamiento.

  El equipo de gobierno prometió a los trabajadores que iban a cobrar este mes, que no se preocuparan por la situación; lo que nos les dijeron es que este desastre es atribuible en su totalidad a la mala gestión municipal. Este “modus operandi” en el que van de “guays” ante trabajadores o la opinión pública, oculta tras de sí el calamitoso funcionamiento administrativo de este ayuntamiento. Esto es demostrable simplemente ojeando el contenido de los dos últimos plenos ordinarios, en los que dentro del orden del día aparecen multitud de puntos de modificaciones extraordinarias de crédito, dirigidas a completar partidas presupuestarias o a pagar facturas que no estaban consignadas: más improvisación.

  Un apunte más. En el último pleno se aprobó el destino del remanente de tesorería, en el que cuestiones tan importantes como los planes de Empleo o Autónomos, sirvieron como cortina de humo para esconder otra chapuza más, concretamente 2.450.000 euros que se destinaron al pago de facturas de años anteriores. Es decir, facturas sin consignación presupuestaria, que marcan la manera de funcionar de este equipo de gobierno. La imprevisión es un mal camino en un ayuntamiento que tiene un presupuesto más de 80 millones de euros. El primer año de legislatura ha sido nefasto en la gestión; nefasto porque seguimos con los mismos problemas del pasado y nefasto porque se le está sumando la improvisación en la forma de proceder de las tres fuerzas del tripartito, que actúan en sus respectivas delegaciones como si de un reino de taifas se tratara.

 

Atentamente:

                                                           Manuel González Sánchez

                                                           Portavoz de IP

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