EL PACTO DE LOS HIPOCRITAS – Manuel González (Portavoz de IP)

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  Debo reconocer que esta vez me ha costado mucho titular este artículo. Llevo toda la semana dándole vuelta7s y tenía en mente varios títulos: «El pacto de la vergüenza» «El pacto de los insultos» y «El pacto de las poltronas». Pero al final me he decantado por «El pacto de los hipócritas». Y me explico.

   El pasado 12 de diciembre se convocó un pleno extraordinario donde se llevó la propuesta de presupuestos, otra vez más, y donde por fin, con el apoyo del PSPV-PSOE salieron adelante. Eso sí, meses antes, los saguntinos de Compromís tuvieron la poca vergüeza de aprobarlos en Junta de Gobierno, faltando al respeto a la ciudadanía y saltándose uno de los principales pilares de una democracia. Luego con el rabo entre las piernas salieron a pedir perdón y se retractaron públicamente. Tuvieron la poca decencia también de tantear a Ciudadanos, sí, a los que los saguntinos de Compromís llaman la marca blanca del PP y la derechona.

  Pero ahora sí los han aprobado. El señor Fernández que lleva años y años viviendo de la política lo ha conseguido gracias a su nuevo amiguete, el señor Chover.

  Si hacemos una breve revisión y tiramos de la maldita hemeroteca podemos ver la cantidad de insultos y barbaridades que se han dicho entre los saguntinos de Compromís y los socialistas llegando incluso al insulto personal, sobretodo contra el señor Crispín. Auténticas barbaridades y gravísimas acusaciones que ahora han quedado en nada, y todo por un reparto de poltronas.

  Los presupuestos que hasta hace unos días el señor Crispín tildaba de hinchados, irreales y que iban a generar un aumento de la deuda, ahora de repente y por arte de magia, son fantásticos. Al señor Crispín, al que algunos miembros del equipo de gobierno habían definido con todo tipo de improperios, burlas y acusaciones gravísimas y al que yo mismo y desde esta columna tuve que defender públicamente porque era el único que paraba los pies a los saguntinos de Compromís y definía los presupuestos como lo que realmente eran, irreales e hinchados, también se lo han comido. El señor González, portavoz de Iniciativa Porteña, en su intervención en el pleno tiró de hemeroteca y leyó algunas de las declaraciones del señor Crispín contra los presupuestos de los saguntinos de Compromís.

  Resaltar que por lo menos el que salió a defender los presupuestos irreales e hinchados fue el señor Chover en un discurso que no se creía ni él mismo mientras Crispín, cada vez más agachado en su sillón, no sabía donde esconderse. Después, al finalizar, los dos intentaron darme explicaciones, cada uno por su lado, pero les dije que la hemeroteca les deletaba y echaba por tierra sus argumentos.

   Los palmeros del equipo de gobierno que acuden a todos los plenos, mañana, tarde y noche aplaudieron como buenos palmeros cuando se aprobaron los presupuestos mientras que minutos antes habían abucheado y faltado al respeto, como siempre, a los concejales de la oposición. Por otro lado, pudimos ver a los saguntinos de Compromís dándose besos y abrazos y haciéndose hasta carantoñas y fotos con los concejales socialistas. Ver para creer. Mientras la hemeroteca les caía como una pesada losa sobre sus cabezas.

   Tengo ganas de ver la cara del señor Abelleria, portavoz de Podemos, cuando esté al lado de su nuevo compañero, el señor Crispín, después de las duras declaraciones que ha hecho contra él en prensa. Dijo que nunca formaría parte de un gobierno donde estuviera el señor Crispín. Toma castaña. Tiran más dos poltronas que dos carretas.

   En política no vale todo y lo que ha ocurrido con la aprobación de los presupuestos y la nueva entrada del PSPV-PSOE en el equipo de gobierno con 18 liberados, sí señores, 18 liberados, 2 millones de euros anuales de nuestros impuestos, quedará reflejado en los anales de la historia de la  política municipal como lo que algunos ya han definido de «Pacto de los hipócritas».

   El nuevo cuatripartito aparecía espléndido en la foto con amplias sonrisas de oreja a oreja y bien juntitos. Pero, ¡qué casualidad que no estaba el señor Crispín! Decían que estaba indispuesto. Indispuesto del revoltijo de tripas que debia de tener al estar con sus nuevos compañeros que lo habían tachado públicamente de todo menos de guapo.  

   El señor Crispín dijo en prensa: «No vamos a ser el tonto útil que apruebe los presupuestos al equipo de gobierno». Sobran las palabras.

Manuel González Sánchez

Portavoz de Iniciativa Porteña

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