Esta semana saltaba a la prensa la noticia que la Fundación Patrimonio Industrial de Puerto de Sagunto pasará a ser de titularidad pública. Bueno más bien debiera haberse añadido «en su totalidad» ya que en esta Fundación participaban titulares públicos (Generalitat, Ayuntamiento y Autoridad Portuaria) y privados (Arcelor y Bankia, más el Centre d’Estudis Camp de Morvedre (este último sin aportación monetaria)). Y digo participaban, porque uno detrás de otro han ido retirándose o dejando de aportar dinero, incluyendo los públicos, y claro así difícilmente se puede mantener actividad cultural o Patrimonial alguna, lo único que se consigue con el tiempo es acumular deuda. Deuda por cierto inferior a 200.000 €, menos de lo que han costado algunas de nuestras rotondas ¿inasumible?
Y por fin, haciendo un hueco en su apretadísima agenda, después de un largo año desde que cerrara el Horno Alto por primera vez sus puertas, el alcalde se reunía con responsables de la Conselleria de Cultura -que recordemos es quien preside y dirige esta Fundación- para tratar de solventar este asunto. La solución presentada es que la Fundación pase a financiarse íntegramente desde lo público, obviamente, la solución más cara. Claro que difícilmente podría pedir a los patronos privados que sigan aportando fondos cuando los públicos llevan dos años sin pagar, aunque en sus explicaciones el alcalde asevere justo lo contrario. Por cierto, el Centre d’Estudis aparte de algunos trabajos iniciales, no ha hecho nunca aportación económica, tal y como aseguraba Kiko Fernández.
También patina el alcalde al afirmar que el ayuntamiento ha invertido por más de cuatro millones de euros en un Patrimonio Industrial que no es suyo.
Vayamos por partes. La rehabilitación del Horno Alto, propiedad de la Fundación, se financió a partes iguales entre el Ministerio, Generalitat y Ayuntamiento, llegando la inversión a los 2,8 millones de euros, a los que habría que añadir los 200.000 € que puso el Ayuntamiento para el ascensor. La rehabilitación de la Nave de Efectos y Repuestos, futuro Museo Industrial, también propiedad de la Fundación, se incluyó dentro del Plan Confianza de la Generalitat y aunque casi acabado después de 5 años, falta todavía vestir este santo, es decir, la musealización. Las antiguas oficinas de Fábrica, de propiedad municipal, han costado un millón de euros -provenientes del patrimonio municipal del suelo- recuperación realizada y pensada para albergar dependencias administrativa municipales para la necesaria descentralización administrativa, algo que no está dispuesto a llevar a cabo el señor Fernández. Podemos incluir en el haber inversor municipal en sus propiedades, el paseo central de la Gerencia (300.000 €), el cambio de la cubierta de la Casa Gerencia (150.000 €) que corría alto riesgo de derrumbe y la reciente rehabilitación de un chalet de la Gerencia, junto con la placita y jardines aledaños (247.000 €). En definitiva algo menos de tres millones de euros, bastante menos de lo apunta el alcalde.
Como vemos medias verdades y alguna que otra mentira de bulto, para ocultar la falta de interés del señor alcalde y el desprecio que siempre ha mostrado hacia El Puerto, su historia y su Patrimonio. ¿O es que acaso va a volver a crear la Concejalía de Patrimonio Industrial que se cargó de un plumazo al ser elegido primer mandatario municipal?
Tal vez quiera asumir el Ayuntamiento íntegramente esta Fundación y gestionar el Horno Alto y el Museo Industrial, al igual que hace con los museos de Sagunto, en los que por cierto se ha invertido una más que respetable suma de dinero y están patrocinados por una importantísima empresa local. Ahora que, centrado como está el señor Fernández en el Sagunto romano como Patrimonio de la Humanidad, espero por lo menos que no le quede tiempo en destruir más Patrimonio Industrial, como hizo en su etapa como Concejal de Urbanismo cuando autorizó el derribo de la antigua Escuela de Aprendices.
Sergio Paz Compañ
Concejal de Iniciativa Porteña
