MEMORIA SEGREGACIONISTA – Sergio Paz (Concejal de IP)

 

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         En la joven historia de El Puerto se han producido varios intentos segregacionistas, la etapa actual no es ni por asomo una excepción, salvo obviamente por su duración. Llevamos muchos años en la brecha para que se reconozca el derecho a poder constituirnos como un nuevo municipio, algo que siempre han reconocido las diferentes leyes, pero que ha negado la política y su influencia en un Estado en el que la separación de poderes sigue sin estar claramente diferenciado, a pesar de lo mucho que hemos avanzado en esta etapa democrática.

             En rigor la expresión «segregar» no es la más apropiada, pues no es que se divida en dos un antigua ciudad, sino que en un extremo de su término municipal antes deshabitado, nació un pueblo que debe tener el reconocimiento de su existencia, como tiempo atrás lo obtuvieron las ciudades nuevamente fundadas.

El surgimiento de este nuevo pueblo al calor de su puerto y una incipiente industria siderometalúrgica, junto con la carencia de los servicios básicos hicieron surgir el primer movimiento segregacionista en 1926 capitaneado por la sociedad denominada Unión Urbana, boicoteado por la oligarquía saguntina y abortado por la dictadura de Primo de Rivera.

             Ya en plena Guerra Civil en 1937 el miembro de la CNT, Hipólito Delgado Ferrer (fusilado tras la misma), encabeza  un nuevo intento con un gobierno municipal republicano e izquierdista, que aprueba la celebración de un referéndum consultivo; la intensificación de los bombardeos del bando franquista y las prioridades de la guerra impidieron la realización de este proyecto que quedó abortado una vez más.

               A finales de los años 50 se produjo un nuevo intento segregacionista, que tuvo como principal dirigente a José Matallín Mocholí (alcalde delegado de El Puerto).  Esta vez la dictadura de Franco y el nombramiento de un alcalde porteño para apaciguar los ánimos, abortaron el intento.

               Finalizando el siglo XX resurge nuevamente el movimiento segregacionista de la mano de la asociación vecinal Iniciativa Porteña, esta vez si cabe más organizado y consistente que las veces anteriores, y que como partido político ha participado en la gobernanza del Ayuntamiento, como un partido local que mantiene el objetivo clarísimo de la segregación y la defensa de su pueblo, a diferencia del resto de partidos políticos, cuyos objetivos primordiales no son su pueblo.

               Desde IP se han presentado dos expedientes de segregación. El primero tumbado política y judicialmente a pesar de los recursos; el segundo rechazado también políticamente y por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valencia, está recurrido y todavía pendiente de que se notifique su resolución desde hace más de un año.

               Esta es la intensa historia contada brevemente de los intentos segregacionistas, intentos que forman parte de nuestra memoria colectiva, en una historia que todavía no ha escrito su punto final.

Sergio Paz Compañ

Concejal de Iniciativa Porteña

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