LA RESERVA FERROVIARIA EN EL PUERTO – Sergio Paz (Concejal Iniciativa Porteña)

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 Tras el desmantelamiento de la siderúrgica integral del Mediterráneo y el posterior cierre de las minas de Ojos Negros-Setiles, una de las pocas cosas buenas que hizo la administración local de entonces fue reservar una franja de terreno por donde discurría el ferrocarril que entraba en Fábrica, sobre los terrenos que antes ocupaba la línea férrea que llegaba hasta el parque de minerales.

  Si observamos el trazado del ferrocarril actual, realiza una pronunciada curva hacia el sur nada más atravesar por entre las naves de Ferrodisa para dirigirse a las instalaciones de Arcelor y Fertiberia. Pues bien, desde ese punto y sin abandonar la recta por la que baja el tren podemos trazar la reserva ferroviaria que llega hasta la nueva rotonda de la Nave de Talleres, un poco más abajo de los Alucine. Discurre más o menos en paralelo a la nueva avenida del Borde Sur y desde la rotonda de la Palmereta se puede apreciar perfectamente su trazado y dimensiones ya que se encuentra delimitado por bordillos y está cubierta de una zahorra grisácea.

  El proyecto presentado por Iniciativa Porteña para el tren de pasajeros hasta El Puerto, contempla el trazado férreo desde la curva de Ferrodisa hasta el comienzo de la avenida Adolfo Suarez, ubicando la estación en lo que hoy es el parque canino y utilizando parte de la reserva –en esta zona es de unos veinte metros, luego se va estrechando hasta quedar en siete- como aparcamiento para coches. Pero tras la entrevista con la Consellera de Infraestructura Isabel Bonig, que acogió con agrado nuestro proyecto, nos aseguró que la Generalitat tenía previsto alargar el tendido férreo sobre la reserva existente, algo que por otra parte nunca habíamos descartado desde Iniciativa, simplemente presentamos un proyecto más económico y factible para dar servicio ferroviario a los ciudadanos de El Puerto.

  Cuando se urbanizó el Borde Sur, se preservó y delimitó la reserva ferroviaria -hasta en la rotonda del cruce con Jerónimo Roure se puede observar- pero incomprensiblemente se plantó una alineación de árboles, concretamente de olmos, en su lado sur, junto con algunos almeces dentro del parque canino, además de dejar varios de los eucaliptos nacidos espontáneamente en los últimos años. También se dispusieron una serie de bancos y juegos para personas mayores. Pero claro está estos se pueden desmontar y volver a montar fácilmente en cualquier sitio, no así los árboles cuyo trasplante se complica conforme crecen. Desde luego parece que no había el más mínimo interés por el tren, de lo contrario no se habrían puesto estos obstáculos arbóreos en su trazado, es más, ni siquiera el equipo de gobierno ha atendido nuestra demanda de un trasplante de estos árboles, ahora que son pequeños y fáciles de remover.

  Pero el impulso y la perseverancia de Iniciativa Porteña, que ha recogido esta demanda y necesidad ciudadana, han sido cruciales para dar al asunto un giro de 180 grados, y hasta el ex-alcalde  Alfredo Castelló se ha comprometido pública y personalmente para que el tren de pasajeros llegue hasta El Puerto, claro que también sabemos que llegan las elecciones.

  Esperemos que cumplan las promesas y la reserva ferroviaria pase a ser pronto una realidad ferroviaria.

Sergio Paz Compañ

Concejal Grupo Político Iniciativa Porteña

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