ELEVADOR DEL HORNO ALTO, COMIENZA LA CUENTA ATRÁS – Sergio Paz (Concejal IP)

   ______
______

  Han pasado casi 5 años desde que a comienzos del 2.009 presentáramos el proyecto de rehabilitación del Horno Alto nº2. Fue durante la etapa de gobierno de Segregación Porteña en el ayuntamiento, en cuyo pacto se incluyó por primera vez la creación de la Concejalía de Patrimonio Industrial, concejalía que tuve el privilegio de poner en marcha.  A la presentación asistieron junto con las autoridades y el gerente de la Fundación de Patrimonio Industrial, los arquitectos autores del proyecto que tomaron la palabra y nos dieron cuenta de cómo iba a desarrollarse su ejecución. Durante la misma un periodista preguntó sobre el «teleférico» para subir al Horno (había oído campanas al respecto en un acto previo en que por primera vez comenté la posibilidad de dotar de un ascensor al monumento). Y la verdad que me lo puso como anillo al dedo, fue la ocasión para hacer pública y lanzar mi idea de accesibilidad para el Horno.

   Cuando contacté por primera vez con los arquitectos les pregunté de qué manera pensaban subir a la gente a los pisos superiores, pues solamente existían las escaleras metálicas que ciertamente provocan cierto vértigo y no están exentas de riesgo. Me dijeron que sólo se podía subir por ellas o limitar las visitas a la parte inferior. Y comencé a pensar sobre el asunto, no podía concebir una visita a medias, pues no se puede captar toda la grandeza del Gigante de Acero mientras no se sube a lo alto. Afortunadamente viendo una película animada me vino la inspiración, creo recordar que era de la Fundación y mostraba cómo se cargaban los minerales (carbón de cook, piedra caliza y hierro) a través del plano inclinado del skip hacia el tragante, por la parte superior del crisol o cuba del Horno. Si en su día cargaba mineral ¿por qué hoy no podría subir personas?  

    Esa fue la idea que propuse aquel día y que los arquitectos -afortunadamente- acogieron e interiorizaron con placer. Poco tiempo después comenzaron a trabajar en un modificado del proyecto que incluía la reconstrucción o más bien, la recreación del desaparecido skip, para instalar en su interior una cabina elevadora que transportara a los visitantes hasta la plataforma del tragante. Así se hizo, encarrilando el trabajo en esa dirección. Pero como bien saben nuestra estancia de poco menos de año y medio en el gobierno municipal fue demasiado corta, y desde nuestra expulsión todo fue ralentizándose y dilatándose en el tiempo, cuando no quedando en el cajón del olvido. Ahora, otros vendrán 5 años después a ponerse la medalla.

    El Horno se acabó con sumo retraso y la estructura del skip quedó montada, pero vacía y tuvimos que presentar a Pleno municipal una moción instando al equipo de gobierno a la instalación del elevador, moción que sacamos adelante.

     Parece que esta decisión desencadenó todo un interminable Vía Crucis administrativo para que esta infraestructura viera la luz. Sinceramente, ya perdí la cuenta de las veces que se ha llevado a Contratación y «por H o por B», no salía su adjudicación. Para que luego el PP local vaya alardeando de celeridad o buena gestión en el ayuntamiento. Cinco años para montar un ascensor es demasiado, se mire como se mire.

         Pero como todo pasa en esta vida, hasta los malos gobiernos, esta semana por fin comenzaron a instalar el elevador; espero que para Año Nuevo esté operativo y todo el mundo con independencia de su edad o estado físico pueda disfrutar de una visita completa al icono porteño por excelencia.

Sergio Paz Compañ

Concejal del Grupo Político Iniciativa Porteña

Facebook
Twitter
LinkedIn

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *