Las oficinas en las que la Seguridad Social presta sus servicios en El Puerto, permanecerán cerradas en principio hasta el próximo mes de octubre.

Por ello los usuarios de este servicio, deberán trasladarse hasta Sagunto donde las instalaciones de esta institución pública, se mantendrán abiertas con toda normalidad.

Para Segregación Porteña

«este hecho constituye una nueva discriminación para los ciudadanos de El Puerto, donde recordemos residen dos tercios de la población del Municipio»

En palabras de Manuel González

«los ciudadanos de El Puerto se tienen que dar cuenta de que no nos podemos conformar con que nos tomen el pelo una y otra vez. Si el servicio se tiene que prestar en uno de los dos núcleos de población, lo lógico es que se haga bajo el criterio de la cercanía a la mayoría de los usuarios, pero sin embargo, siempre se opta por perjudicar a los mismos»

El portavoz de SP calificaba esta situación

«como una auténtica vergüenza consentida por el resto de fuerzas políticas. Saben que desde aquí abajo con nuestro tradicional pasotismo, no habrá demasiado ruido. Sin embargo si la decisión fuera al revés, en Sagunto se rebelarían y como mínimo conseguirían mantener  el servicio abierto»

A Juicio de Manuel

«esto solo es una muestra más de la diferencia de trato que se da según se trate de Sagunto o de El Puerto. Desde SP hemos puesto al descubierto que para el resto de fuerzas, esa ciudad global que defienden no existe, si no que la realidad es que somos dos pueblos diferentes, a los que se les aplica criterios diferentes. Los Juzgados, Hacienda, Seguridad Social, el Ayuntamiento y otras instituciones públicas deberían estar ubicadas en El Puerto. Sin embargo, cuando desde SP planteamos cualquiera de estas cuestiones, o se ríen o nos dan la callada por respuesta. Nos tenemos que dar cuenta de que los porteños pagamos nuestros impuestos igual que los saguntinos, que somos tan soberanos como ellos para decidir sobre el futuro del Municipio, pero sin embargo se práctica la discriminación a la hora de prestar con la misma calidad y cercanía  los servicios públicos. Acabar con esta situación es una cuestión que parte única y exclusivamente de que desde nuestro pueblo se manifieste el malestar real que cada uno sentimos. Llegará el momento de rebelarse contra esta situación»

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