En la última edición de “El periódico de aquí” aparece en portada con el titular La plaga del picudo rojo se extiende por las palmeras de Sagunto durante el último año, y desde luego, no deja de sorprendernos, dadas las múltiples imprecisiones que de su lectura se extraen, más propias de un ente publicitario en campaña electoral. 

En primer lugar, al leer el titular, da la sensación que esta terrible plaga sea una recién llegada, y no es así señores ya que se detectó por primera vez en 2006 (no en 2009) y no fue hasta finales de 2008 y con la entrada del segregacionista Sergio Paz, como edil de Medio Ambiente, en que el ayuntamiento toma cartas en el asunto y comienza a controlarla de una forma sistemática y global en todo el municipio de Sagunto.  

Si que es cierto que la mayoría de palmeras afectadas son privadas y no es de extrañar, puesto que el gobierno municipal abandonó la política de control de la plaga emprendida en 2009 -que tan buenos resultados dio y constituyó un referente mundial- que contemplaba la lucha total en todo el término municipal, interviniendo tanto en jardines públicos como privados, ya que las plagas no conocen de fronteras y limitar la lucha contra este terrible enemigo tan solo a los jardines públicos, acaba volviéndose contra ti, como está ocurriendo en estos momentos. Recordar, que este plan de trabajo se abandonó en la primavera de 2010; de haber continuado al menos un par de campañas más, hoy en día no nos encontraríamos en la situación tan dramática por la estamos atravesando.

En la Gerencia se han localizado varios ejemplares afectados, algunos de grandes dimensiones como el que aparece en la foto y que ya no se pudieron salvar los servicios de jardinería; pero quedan más pendientes de intervenir y sanear si se llega a tiempo. Por cierto muchos de los avisos de palmeras afectadas (Gerencia, plaza de los Jóvenes, Palmereta, etc.) han sido realizados por nuestro concejal Sergio Paz.

Respecto al decreto de Generalitat, no deja de ser papel mojado, ya que simplemente no lo hace cumplir, y su actuación en este tema está siendo algo más que lamentable. Y si no ahí están las vergonzosas presiones políticas que está ejerciendo sobre el ayuntamiento de Elche, para cerrar la Estación de Phoenix (primer centro de referencia europeo en investigación en palmeras) ya que este centro gracias a sus trabajos de investigación ha demostrado como combatir eficazmente esta plaga y lo nefasto y erróneo de las políticas llevadas a cabo por la Generalitat en este tema.  Claro está, esto molesta y debe ser acallado.

Sorprende que  el Consistorio haga ahora un llamamiento a los vecinos para que avisen ante cualquier síntoma de la plaga, máxime cuando se apartó inexplicablemente al departamento de Medio Ambiente de este asunto, cuando era quien gestionaba toda la información, divulgación (charlas informativas, dípticos, publicaciones), recogida de avisos, vigilancia, mapas de localización de palmeras afectadas, etc.

De seguir así las cosas, con la pasividad que muestra el Consistorio y la irresponsabilidad de la Generalitat, estamos abocados a perder irremediablemente este importantísimo patrimonio arbóreo y paisajístico, que constituyen nuestras palmeras. Y que no quede ahí la cosa.